¿Qué son y cómo identificar relaciones tóxicas?
- Eduardo Schilling
- 29 may 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 6 feb 2024
Las relaciones tóxicas son aquellas en las cuales uno o ambos individuos involucrados experimentan un patrón de comportamientos negativos y destructivos que afectan su bienestar emocional, físico y mental. Estas relaciones pueden darse en diferentes contextos, como parejas, amistades, familiares o laborales.

Para identificar una relación tóxica, es importante prestar atención a ciertos signos y comportamientos que pueden indicar la presencia de toxicidad. Algunos de estos incluyen:
Control y manipulación: Un individuo puede intentar controlar y manipular a la otra persona, limitando su libertad y toma de decisiones. Esto puede incluir controlar sus actividades, amistades, recursos financieros, entre otros aspectos de su vida.
Desgaste emocional: Las relaciones tóxicas a menudo generan un desgaste emocional en las personas involucradas, lo que puede manifestarse en sentimientos de tristeza, ansiedad, culpa o agotamiento.
Comunicación negativa: La comunicación en en las relaciones tóxicas de pareja suele ser destructiva, con frecuentes críticas, insultos, sarcasmo y menosprecio hacia la otra persona.
Celos y posesividad: Los celos y la posesividad excesiva pueden ser signos de una relación tóxica, especialmente cuando uno de los individuos intenta controlar y limitar el tiempo, las amistades y las actividades de la otra persona.
Faltas de respeto: Las relaciones tóxicas pueden estar marcadas por un patrón de faltas de respeto, incluyendo desconsideración, deshonestidad o invasión de la privacidad.
Dependencia emocional: En una relación tóxica, uno o ambos individuos pueden ser emocionalmente dependientes del otro, lo que impide el desarrollo de una identidad y autonomía propias.
Violencia física o emocional: Cualquier forma de abuso, ya sea físico, verbal o emocional, es un indicador claro de toxicidad en una relación.
Falta de apoyo y validación: En una relación tóxica, las personas pueden experimentar falta de apoyo, no sentirse valoradas o reconocidas en sus logros o necesidades emocionales.
Para enfrentar y lidiar con una relación tóxica, es fundamental reconocer los patrones de comportamiento negativos y establecer límites saludables. En algunos casos, puede ser necesario buscar ayuda profesional, como terapia individual o de pareja, o incluso considerar poner fin a la relación si no hay posibilidad de cambio y crecimiento saludable para ambas partes.
¿Por qué permanecemos en relaciones tóxicas?
Existen diversas razones por las que las personas pueden permanecer en relaciones tóxicas, incluso cuando estas causan daño emocional, físico o mental. Algunas de las razones más comunes incluyen:
Miedo al cambio: Romper con una relación tóxica implica enfrentar cambios y enfrentarse a lo desconocido, lo cual puede generar miedo e inseguridad en algunas personas.
Baja autoestima: Las personas con baja autoestima pueden creer que merecen ser tratadas de manera negativa o que no encontrarán una relación mejor. En algunos casos, la relación tóxica puede reforzar la baja autoestima y perpetuar el ciclo de maltrato.
Dependencia emocional o económica: La dependencia emocional o económica puede dificultar la decisión de dejar una relación tóxica, especialmente si una persona se siente incapaz de enfrentar la vida sin su pareja o teme no poder sobrevivir económicamente.
Inversión en la relación: Las personas pueden sentir que han invertido mucho tiempo, energía y recursos en la relación, lo que les dificulta abandonarla, incluso si es tóxica.
Amor y esperanza: El amor y la esperanza de que la relación mejore o que la otra persona cambie pueden hacer que algunas personas permanezcan en relaciones tóxicas.
Normalización del comportamiento tóxico: Si una persona ha crecido en un entorno donde las relaciones tóxicas son comunes, es posible que no reconozca que está en una situación dañina y crea que ese tipo de comportamiento es normal.
Presión social y cultural: La presión social y cultural para mantener una relación, como el estigma asociado al divorcio o la separación, también puede hacer que las personas se queden en relaciones tóxicas.
Hijos en común: Si una pareja tiene hijos juntos, es posible que decidan permanecer en la relación tóxica por el bienestar de los niños, aunque en muchos casos, el ambiente tóxico puede ser perjudicial para el desarrollo emocional de los hijos.
Miedo a represalias: En casos extremos, una persona no sabe cómo terminar una relación tóxica porque puede temer las represalias de su pareja si intenta abandonar la relación, especialmente si ha habido violencia física o emocional.
Para superar estas barreras y salir de una relación tóxica, es fundamental buscar apoyo emocional de amigos, familiares o profesionales, como terapeutas o consejeros. Establecer límites saludables y fortalecer la autoestima también puede ser de gran ayuda para tomar la decisión de abandonar una relación dañina.
¿Es posible sanar una relación de pareja tóxica?
Es posible sanar una relación de pareja tóxica, pero esto requiere un esfuerzo conjunto, compromiso y trabajo por parte de ambos miembros de la pareja. La clave para superar la toxicidad en una relación está en reconocer los comportamientos tóxicos y estar dispuestos a cambiar y crecer juntos. Aquí hay algunos pasos que pueden ayudar en el proceso de sanación:
Reconocimiento: Ambos miembros de la pareja deben reconocer y admitir que hay problemas en la relación que deben abordarse.
Comunicación abierta y honesta: Es fundamental establecer una comunicación abierta y honesta en la que ambos puedan expresar sus sentimientos, preocupaciones y necesidades sin temor a represalias o juicios.
Establecer límites saludables: Aprender a establecer y respetar límites saludables es crucial para crear un ambiente más seguro y equilibrado en la relación.
Responsabilidad: Ambos miembros de la pareja deben asumir la responsabilidad de sus acciones y comportamientos tóxicos y comprometerse a hacer cambios positivos.
Fomentar el respeto mutuo: Es importante que ambos miembros de la pareja trabajen en fomentar el respeto mutuo y la consideración por las necesidades y sentimientos del otro.
Buscar ayuda profesional: La terapia de pareja o la terapia individual pueden ser de gran ayuda para abordar y resolver problemas en una relación tóxica. Un profesional capacitado puede proporcionar orientación y apoyo para trabajar en problemas de comunicación, establecimiento de límites y resolución de conflictos.
Desarrollar habilidades de afrontamiento saludables: Aprender a lidiar con el estrés y las emociones negativas de manera saludable es clave para superar comportamientos tóxicos y construir una relación más sólida.
Fortalecer la autoestima: Ambos miembros de la pareja deben trabajar en fortalecer su autoestima y aprender a valorarse a sí mismos para establecer relaciones más saludables.
Paciencia y tiempo: La sanación de una relación tóxica lleva tiempo y requiere paciencia. No esperes resultados inmediatos; el cambio y el crecimiento son procesos graduales.
Es importante tener en cuenta que no todas las relaciones tóxicas pueden sanarse. Si uno o ambos miembros de la pareja no están dispuestos a reconocer el problema, cambiar sus comportamientos y trabajar en la relación, puede ser necesario considerar poner fin a la relación para proteger el bienestar emocional y físico de ambos.
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