En nuestro blog, hemos seguido de cerca los avances tecnológicos que están transformando la salud mental. Desde la integración de modelos de terapia blended y el uso de apps terapéuticas como herramientas complementarias, hasta el fascinante mundo de los pacientes virtuales y la supervisión a distancia para profesionales de la salud, el rol de la tecnología en psicoterapia ha ido evolucionando de manera rápida y sorprendente. Hemos explorado cómo los smartphones pueden ser utilizados para predecir episodios depresivos mediante la recolección de datos de comportamiento, y cómo la realidad virtual está ofreciendo nuevas formas de realizar psicoterapia inmersiva para una amplia gama de trastornos.
Además, hemos discutido el impacto de la inteligencia artificial (IA) y los wearables en la mejora del tratamiento de la depresión con apps, ya sea midiendo el bienestar emocional o facilitando el acceso a la terapia a través de plataformas digitales. Estos desarrollos, aunque recientes, están cambiando radicalmente la forma en que entendemos y practicamos la psicoterapia, balanceando la empatía humana con la precisión y eficacia de la IA.
Como vemos, en el blog del Centro Ps. Eduardo Schilling hemos seguido de cerca el desarrollo de las tecnologías en salud mental, y hoy, finalmente, podemos celebrar un avance significativo en este campo. La reciente aprobación de dos nuevas terapias digitales por parte de la FDA, junto con la propuesta de la CMS (Centers for Medicare & Medicaid Services) de tres nuevos códigos de reembolso para estas terapias, marca un hito en la democratización del acceso a los tratamientos y la reducción del sufrimiento mental.
Las terapias digitales, como SleepioRx (para tratar el insomnio crónico) y DaylightRx (para el trastorno de ansiedad generalizada), son herramientas respaldadas por investigaciones que permiten a los pacientes recibir tratamientos basados en la evidencia a través de dispositivos móviles o plataformas web. Estos avances no solo mejoran la accesibilidad para quienes viven en áreas con escasez de profesionales de salud mental, sino que también ofrecen un enfoque complementario para los terapeutas, quienes pueden integrar estas herramientas en sus planes de tratamiento. Esto es crucial, especialmente en un contexto donde las listas de espera para atención psicológica siguen siendo largas.
A diferencia de las aplicaciones de bienestar, que ayudan a meditar o reducir el estrés, las terapias digitales aprobadas, como DaylightRx y SleepioRx, están basadas en evidencia científica sólida. En estudios controlados, DaylightRx ha demostrado tasas de remisión superiores al 70% en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada, con una reducción significativa de los síntomas hasta 6 meses después del tratamiento. Por su parte, SleepioRx ha sido evaluada en más de 25 ensayos clínicos, mostrando que hasta un 76% de los participantes con insomnio crónico lograron un sueño saludable. Estas herramientas no solo son seguras y eficaces, sino que representan una solución accesible y validada para quienes buscan mejorar su salud mental.
Como menciona el Dr. David Mohr, director del Centro de Tecnologías de Intervención Conductual de la Universidad de Northwestern, este es un paso más hacia la "tercera revolución en la salud mental", siguiendo la psicoterapia y la psicofarmacología. Ahora, con la tecnología, se puede extender el tratamiento a prácticamente cualquier persona en necesidad. De hecho, con la aprobación de estos códigos, los psicólogos podrán recetar estas terapias digitales y, por primera vez, facturarlas a Medicare, lo que promete un mayor alcance y sostenibilidad en el uso de estas herramientas.
La ventaja de estas terapias digitales, como destaca la Dra. Jenna Carl, oficial médica de Big Health, es que no solo ofrecen una solución para quienes están en lista de espera, sino que permiten a los profesionales manejar mejor la carga de trabajo. Por ejemplo, un terapeuta puede centrarse en la depresión de un paciente en las sesiones, mientras que un programa digital aborda el insomnio de forma paralela, aumentando así la capacidad de apoyo.
Sin embargo, no todo es tan simple. La integración de estas herramientas en los sistemas de salud aún plantea desafíos. Según el Dr. Mohr, se requerirá que los profesionales de la salud mental se familiaricen con estas innovaciones y aboguen por su inclusión en la práctica diaria.
En este sentido, iniciativas como la base de datos creada por el Dr. John Torous, de la División de Psiquiatría Digital del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Harvard, ayudan a los profesionales a elegir entre las diferentes opciones de aplicaciones en función de sus fundamentos clínicos y costos.
En Chile, aunque aún estamos algo distantes de esta realidad, es solo cuestión de tiempo para que estas innovaciones lleguen. En Centro Ps. Eduardo Schilling, nos comprometemos a hacer todo lo posible por difundir y acelerar su adopción, con el objetivo de que más personas puedan acceder a tratamientos de salud mental a través de aplicaciones respaldadas por estudios científicos y aprobadas por organismos serios, como la FDA. Creemos firmemente en el potencial de estas herramientas para mejorar el bienestar de nuestra comunidad y acercar la psicoterapia a quienes más lo necesitan.
En conclusión, mientras que el progreso en la integración de terapias digitales es significativo, queda trabajo por hacer para garantizar su adopción generalizada y eficaz en la práctica clínica. En Centro Ps. Eduardo Schilling, seguimos comprometidos con la misión de ayudar a nuestros lectores a mantenerse al día con estos avances, siempre buscando mejorar la accesibilidad a tratamientos efectivos que promuevan el bienestar mental.
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